Estos pingüinos tienen tras de sí una historia muy especial. No sé si recordaréis que tuvimos la fortuna de compartir cinco semanas con una recién nacida, en régimen de acogida. No tengo palabras para describir lo HERMOSA que tenía el ALMA esa pequeña. Fue una de las experiencias, para nuestro papi y para mi, más gratificantes de nuestras vidas. Y para nuestra hija fue también una experiencia muy bonita, pero sin duda también muy dura. Ya que tuvo que compartir a su mami, mejor dicho tuvo que dejar casi por completo a su mamá a otro ser. Y para la edad que tiene nos dejó alucinados de lo dignamente que lo llevó y de lo muchísimo que quería a la pequeñita. (Ella aún habla a veces de la bebé, y yo sigo hechando de menos llevar en el fular a nuestra bebita, tenerla pegadita a mi cuerpo todo el día, darle de comer,....) Esa pequeña era realmente UN ÁNGEL. ¡Igual que la pequeña princesa que nació de mi vientre!. SI ES QUE SOMOS MUY AFORTUNADOS.
El caso es que unas semanas después de que la bebé se marchase, vimos la película de "Happy feet" y se me ocurrió que para seguir con el tema de los pingüinos podíamos hacer alguno con el cartón del rollo del papel higiénico. Cuando estuvo terminado el segundo, la Princesita me dijo que esos eramos mamá y papá, y que teníamos que hacer también a la bebé (nuestra niña de acogida) y a ella.
Cuando estuvieron terminados se los llevó a la cama, fue dando viajes a la habitación de los juguetes añadiendo figuras a su juego. Creo que es digno de ser mostrado, porque muestra lo importante que es el juego para la asimilación de las realidades en nuestros hijos.
Un pequeño apunte primero, nuestra hija fue parte activa en todo el proceso de formación como familia acogedora, tuvimos su opinión en cuenta en todo momento, estuvo en todas las sesiones formativas, también acudió a las visitas que realizamos para formalizar el acogimiento de esta menor, y por supuesto participó de sus cuidados mientras estuvo en nuestro hogar y estuvo al tanto de la evolución del expediente en todo momento. Pero, mira tú por dónde, no pudo acompañarnos en el acto de entrega de esta bebé a su familia (el motivo, lo decidieron así en el servicio de menores; sin comentarios aquí por nuestra parte). Tratamos de explicarle todo lo que quería saber de ese momento, de como era la familia,... pero le costó bastante asimilarlo. Hubiese sido mucho más sano para Ella participar también en ese momento tan especial e importante.
El caso es que hicimos estos pingüinos y comenzó el juego...
La primera foto pertenece a la pareja de profesionales que llevó nuestro expediente, una trabajadora social y una psicóloga. Me resultó curioso que las colocó sentadas, y al resto de los personajes acostados.
Ahora nuestra pequeña familia; Papi, Mami y Ella.
Esta es la familia que resultó después de la entrega de la menor. Un papi muy simpático y emocionado, una mami paralizada por las emociones, una hermana mayor y la nueva recien llegada a la familia, ¡la Bebé!.
Tampoco faltó la familia que cuidó a nuestra peque mientras ibamos a le cita de la entrega. Tuvieron un papel importantísimo para Ella ese día. Un papá, una mamá y sus dos hijas.
Y aquí empezó a mover los muñecos, a representar la primera visita que tuvimos que hacer, cuando nos propusieron acoger a esta bebé. después cuando nos trageron a la pequeña a casa,... Y continuó con todo el proceso paso por paso, representando finalmente la escena de nuestra entrega y despedida de la hermosa bebé.
Después de esta representación, nuestras vidas volvieron a fluir sin tantas preguntas por la bebé. Creo que fue realmente beneficioso para nuestra hija éste juego. Y lo especial es que salió de ella misma realizarlo.
Nuestros hijos son verdaderos Sabios.
Mami.
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