Muñeca de trapo

Hace un par de semanas me vi obligada a parar el ajetreo diario que llevábamos últimamente de tantas salidas. Lo cierto es que ya estaba cansada de tanto no parar en casa, y como  la vida casi siempre te da lo que necesitas, me vi con un tobillo inmovilizado por un esguince. ¡A descansar en casita!.
Así que tuve tiempo para leer y para no hacer nada más que estar simplemente tumbada en el sofá. Toda una gozada.
Lo de la lectura resultó realmente provechoso, ya que en nuestra pequeña biblioteca se acumulaban ya demasiados libros prestados, muy interesantes, por leer.
Al primero que metí mano fue a uno sobre como construir juguetes para nuestros hijos durante los primeros años de su infancia. Siento no recordar el título. Me gustó mucho porque resultó estar basado en la pedagogía Waldofr. Todo muy sencillo, fabricado con materias naturales como la madera o el fieltro.

Unos pocos días antes había vivido una situación que no me agradó nada. Paseando por delante de los souvenirs del pueblo, mi niña me pidió en dos ocasiones diferentes que le "comprase" algo. La segunda vez me pidió una muñeca azul de trapo que colgaba de un expositor....¡Mi interior se revolvió no imagináis de qué modo!. Sin querer, he combertido a nuestra hijita en una consumista en potencia, y eso me horroriza. Así que le propuse que hiciésemos una nosotras en casa. Por eso de mostrarle que uno puede conseguir lo que desea sin tener que "COMPRÁRSELO".
Así que cuando me vi inmovilizada a la fuerza tuvimos tiempo para sacar de nuestras cajas todo lo necesario para ponernos manos a la obra. Retales de telas, lanas y un poco de algodón que sacamos de un peluche que nunca le gustó. El fallo fue no tener tela de color azul, pero Ella optó por esta roja entre las que le ofrecí.

La confección no fue nada difícil, y teniendo en cuenta que es la primera vez que coso algo más que un botón caído, el resultado final no estuvo nada mal. Siempre hay tiempo en esta larga vida para aprender de todo y yo ahora estoy aprendiendo a coser.
Nuestra peque participó en la realización y estuvo muy atenta a cada nuevo avanze que yo hacía.


Ella rellenó la muñeca de algodón.






Cuando el cuerpo de la muñeca estuvo acabado le propuse hacerle la cara con hilo y botones o pintársela. Y optó por la segunda opción, pero Ella quería hacerlo. Me encantó su propuesta, y la verdad es que dibujó unas rayas por ojos la mar de reales.




Cuando estuvo ACABADA jugó un par de días con ella. Ahora está en el rincón del olvido....
¡Qué se le va  a hacer!

Mami.



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