Los origenes


En la vida de un hombre no es usual plantearse la crianza de sus hijos y mi caso no es distinto.
Pero al nacer nuestra hija algo afloró en mí, al principio no sabía ponerle nombre, pero ahora casi dos años después ya se que me sucedió, me "primitivice". Sí, me convertí en un hombre de cromañón. Empecé a ver que mi bebé no entendía de obligaciones laborales, ni de horarios predeterminados. Ella tenía su reloj natural muy bien establecido y su entorno luchaba por cambiárselo.

Lo más fácil hubiera sido escuchar los consejos de las personas que nos rodeaban, o haber hecho lo que hace la mayoría sin reflexionar el porqué de nuestros actos. Pero gracias a mi "primitivización" sólo escuché nuestros instintos, y lo más importante sólo escuché las necesidades de nuestra hija. A la larga me fui dando cuenta de que así todo resultaba mucho más sencillo de lo que parecía al principio.

Ahora como buen hombre primitivo y "mamífero", soy el que salgo a buscar alimento, mientras mi hembra y mi cría aguardan en la cueva, jugando, experimentando, descubriendo y dándose amor.

De todas maneras, por desgracia el hombre juega un papel secundario en la crianza y todo esto no hubiera sido posible si la mamá de mi hija no fuera igual de primitiva que yo. Por que aunque me "primitivicé", aún no la cojo por los pelos para que haga lo que yo quiero. Así que fue algo que nos sucedió a ambos, hecho que todavía aún no entiendo porqué a nosotros sí y a otros papas no.

El Papi.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...