Lo de tratar de evitar "HALLOWEN" como tal es tarea casi imposible, ya que por todas partes te invitan a celebrar "esa" fiesta. Yo tampoco creo que sea perjudicial conocer las celebraciones de otras culturas, aunque parezca que están absorviendo nuestras tradiciones creo que es muy enriquecedor. Hemos tenido la gran suerte de vivir estas fechas en Méjico y nos fascinó su modo de comprender la muerte y celebrar estas fechas. Así que sin dejar del todo de lado los ritos cristianos, ni los paganos que los originaron, hicimos nuestra propia versión de las fiestas.
De la tradición Mejicana, (que no puedo dejar de deciros que me maravilló), nos quedamos con la creencia de que esa noche los difuntos queridos vienen a visitarnos a nuestros hogares, por lo que hay que recibirlos con los alimentos y las bebidas preferidas del difunto, y encenderles una vela para que su luz los guíe en el camino. Me parece una creencia hermosa y positiva, porque la viven con la misma alegría que si estuvieses recibiendo a unos parientes amados que viven lejos y a los que hace mucho que no ves. Nosotras tenemos a un Ser tremendamente especial en el Cielo, mi Padre, que tuvo que pasar unos años con una muy estricta dieta de líquidos, proteínas,... y lo que más deseaba en este mundo era poder coger una garrafa de agua y beber sin parar y también le hubiese encantado sentarse en una mesa a comer frutos secos contando chistes y diciendo tonterías. Así que eso es lo que le preparamos con todo nuestro Amor y Cariño.
De la parte pagana, acercamos la fiesta a la recogida de las cosechas, al recogimiento familiar, a la llegada de la oscuridad. Pusimos un pequeño centro de cosas que recogimos en el bosque (piñas, almendras caídas de los árboles, conchas de caracoles, ramas y hojas secas,...) para evocar la estación en la que estamos, el Otoño.
Del rito católico, ni que decir tiene que hablamos del queridísimo Abuelito, rezamos por Él y le pusimos el altar más bonito.
A todo esto le añadimos murciélagos, calabazas, gatos negros,... que coloreamos y recortamos juntas, calabazas de plastilina, un móvil de murciélagos que me quedó estupendo colgado de la lampara,... y no nos dio tiempo de hacer algún dulce. Pero bueno, lo compramos en la pastelería y nos lo comimos igual.
El año que viene empezaremos los preparativos diez días antes para que nos de tiempo de hacer más cosas, y porque ha sido muy divertido confeccionarlo todo las dos juntas.
Mami y Papi.
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