Hace ya algún tiempo, en una fría tarde de invierno, un papá, una mamá y su única hijita, se fueron a escuchar su primer cuenta-cuentos...
Resultó ser, que el lugar en donde se llevaba a cabo el suceso, estaba repleto de niños con sus papas, pero algunos debían de estar muy distraidos, ya que no se daban cuenta de que sus hijos estaban molestando bastante a los demás. Pero estas son las peripecias que hay que soportar en los lugares en los que muchos papás se reunen para distraer a sus pequeñuelos.
El caso es... que la historia comenzó. La pequeña se quedó hechizada como si de un encantamiento se tratase, y por más que se alargó la representación, a ella se le hizo corta.
Aquí teneis la historia de (pincha aquí) EL GALLO KIRICO
Y acontinuación, la mañana que unos meses después pasaron recordando ese cuento la Pequeña y su mamá.
Resultó ser, que el lugar en donde se llevaba a cabo el suceso, estaba repleto de niños con sus papas, pero algunos debían de estar muy distraidos, ya que no se daban cuenta de que sus hijos estaban molestando bastante a los demás. Pero estas son las peripecias que hay que soportar en los lugares en los que muchos papás se reunen para distraer a sus pequeñuelos.
El caso es... que la historia comenzó. La pequeña se quedó hechizada como si de un encantamiento se tratase, y por más que se alargó la representación, a ella se le hizo corta.
Aquí teneis la historia de (pincha aquí) EL GALLO KIRICO
Y acontinuación, la mañana que unos meses después pasaron recordando ese cuento la Pequeña y su mamá.
Adaptaron su vestuario.
Tuvieron gusanito y lechuga.
Una tierna y mansa oveja.
Y un lobo rechoncho.
Se lo pasaron genial.
Y así finaliza, por ahora, la historia aquí contada.
Mami.
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