El señor Dietrich fue nuestro anfitrión. Nos invitó muy amablemente a su casa y nos recibió con mucho cariño. Nos explicó que la pieza que iba a tocar contaba la historia de unos pollito, un gran gallo y de como acababan bailando todos juntos.
Éste fue sólo el principio. Los niños comenzaron deslumbrados a escuchar la melodía que el Señor Dietricn nos ofrecía. Pero con forme la música avanzaba, ellos comenzaban a expresar el ritmo con sus pequeños cuerpecitos, primero de forma leve y finalmente con toda su emoción. Bailaron y cantaron encantadísimos. Todos acabaron dejándose llevar por el ritmo de los dedos ágiles de nuestro pianista privado.
Fue un maravilloso disfrutar de aquel recital.
Al finalizar su actuación, el Señor Dietrich nos invitó a disfrutar de su jardín y sus increibles vistas. Y los niños pudieron gozar de sus fuentes y sus árboles.
Ésta es la vista de las salineras. Y la isla de Formentera al fondo.
Qué orgullosa estoy de vivir en Ibiza, ¿no os parece una isla agraciada?.
Mami.
2 comentarios:
Bellas fotos!! Vives en Ibiza...mira que hermosa isla! He escuchado mucho de ella, en mi lista de viaje esta Ibiza definitivamente!
Esta es una isla maravillosa, sin duda.
Si alguna vez la visitáis nos encantaría conoceros!!!
Aunque no los haya comentado he visto tus últimos posts, estupendos como siempre. Yo ando perdida por las nubes estos días, y no tengo ganas de dedicarme a nuestro blog. Tengo que retomarlo.
Un abrazo.
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