Como me gusta ver a nuestra pequeña organizar sus propias bibliotecas. No recuerdo, durante toda mi infancia, haber jugado a esto nunca. Se coloca sus cuentos preferidos, se busca su teclado y su teléfono e incluso me ha hecho fabricarle un carnet de biblioteca para jugar.
Aunque hace meses que dejamos de ir, ella sigue teniendo presente que es un lugar maravilloso.
Tengo que retomar las visitas a la biblioteca.
Mami.
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