Vivir con el armario a cuestas.
"Vivir con el armario a cuestas" es la mejor forma que define nuestra manera de relacionarnos en determinados círculos sociales.
Acabo de leer un post sobre la maternidad titulado "Saliendo del armario" del blog Crianza y Confianza y aunque es cierto que en cuanto a la crianza que elegimos para nuestra familia hace ya mucho que dejamos claro cuales eran nuestras formas, aún me veo midiendo mis comentarios con muchas personas. Morderme la lengua y mirar hacia el suelo es algo que he aprendido a hacer en estos años en que soy madre, aunque también he de decir que gracias a mi hija levanto mi mentón muy alto y expongo y defiendo nuestra crianza donde sea necesario. Pero sí, siento que llevo nuestro armarito a cuestas a muchas reuniones y que acabo metiéndome en él. Quizás porque hay personas que directamente evitan escuchar mis motivos y simplemente nos sentencian sin más.
Hablar de escolarización temprana por ejemplo, es algo que hemos optado por evitar en determinados entornos, y no porque estemos en contra rotundamente, sino porque escuchar nuestra opinión es algo que ha herido a algunas personas ya. Y eso es lo que más nos duele, que muchas veces nos juzgan abiertamente ante nuestras propias narices, pero que nosotros expliquemos porqué hemos decidido no llevar a nuestra hija a la guardería, dormir con ella, darle la teta a los tres años, y un largo etcétera, hace que éstas personas se sientan juzgadas y criticadas ante una simple explicación de "NUESTRA ELECCIÓN".
Evidentemente hay formas de crianza que ni compartimos ni entendemos de ningún modo, pero aunque nos parezcan formas obsoletas y nocivas, tratamos de evitar entrar en confrontamientos sobre lo "mejor" o "peor" para un niño. Hemos aprendido que cada familia escoge la manera que mejor se adapta a sus capacidades o necesidades y que no hay una forma perfecta de criar a un hijo, sino miles. Pero seguimos sintiendo a veces el peso de las miradas, de las preguntas, de los comentarios. Así que hay voy yo, preparada aún algunos domingos con mi discreto armario de camuflaje..... Triste y avergonzante sí, pero una manera de sobrevivir.
¿Conseguiré algún día hablar abiertamente en todas las ocasiones o será mejor seguir moviéndonos con nuestro armario a cuestas?.
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2 comentarios:
Las personas siempre juzgan a otros por el deseo malicioso de sentirse mejores que uno..especialmente sentir que ellos educan mejor a sus hijos que uno.Pero cuando uno sabe lo que es mejor para sus hijos el resto esta demas!!
Gracias por tus palabras. tienes toda la razón.
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