CÓMO AGOTAR A UNA MADRE EN DOS HORAS

Hace apenas dos horas que estamos levantados y ya estoy agotada. Viste a uno, prepara desayunos, vigila que el pequeño P. no comparta sus galletas con Pitara (nuestro perro),...¡y esto antes de poder ir al baño a la lavarme la cara!.

Cuando al fin consigo un segundo para adecentarme yo, regreso al salón y me encuentro con que hoy a I. le apetece usar su caballete nuevo. Intentar mantener a P. alejado de las témperas es "misión imposible", evidentemente si su hermana está usando esos pinceles y esos colores será porque es más divertido que jugar con la arena (pensará mi bebé) y acabo rindiéndome a la evidencia. Lo siento por la camiseta nueva que la abuela le regaló hace un par de días y que ha acabado llena de colores alegres y difíciles de eliminar en la lavadora.

Acabada la obra de arte de su hermana deciden compartir unos instantes los cucharones y la arena para comprobar que es fácil de esparcir por encima de la alfombra.

Pasamos a la siguiente actividad, "Mami, por fi, quiero traer aguaaaa". ¿Y qué hago?, pues a parte de pedirle que traiga poca y que la use con cuidado, tendrán que desarrollar sus inquietudes...

P. acaba jugando con ella también y al final, como era de esperar su pantalón acaba empapado.

Pasamos a algo más relajado para mi, a jugar con las pelotas, meter y sacarlas de cajas es ahora algo que le encanta.

Así que a penas cumplidas las diez acabo preparando un buen baño lleno de juguetes, pompas de jabón y sal marina para que los dos estén un ratito "controlados".¡Es mi ratito de descanso y mi recurso perfecto!.

Se me olvidaba comentar que ésta ha sido una de esas noches en las que debía estar rompiéndole algún diente a P. porque me la he pasado dando teta sin poder cerrar los ojos más de una hora seguida y si le sumamos que ya estoy en la mitad del embarazo y todo se me hace más pesado...

Pondré una sonrisa, que seguro que la bañera los agota a ellos ahora.

 =)

Mami.