Esperando dulcemente

Estamos en la recta final de nuestro embarazo. El uno de junio se cumplirán cuarenta semanas de embarazo. Todo en casa está preparado para recibir al nuevo ser que nos acompañará en esta nuestra pequeña familia.
A sido un embarazo duro, intenso y lleno de altibajos. Miles de miedos y dudas. Pero todo eso está al fin superado y por fin me tranquiliza saber que todo está perfecto, nuestro bebé nacerá y podremos regalarle todo el AMOR que nos inunda a los tres.
Tengo tantas ganas de poder acogerlo en mi pecho, desnudos los dos, y oler su cabezita intensamente. Mirarlo y adorarlo durante horas. Sentirlo sobre mi piel. Sentir ese olor a vida del que hablan las madres. Sentirme inundada del poder y la magia de PARIR a un hijo. Tener a este ser tan especial ya a este lado de mi cuerpo y no separarnos jamás.
El nacimiento de nuestra primera hija fue una gran enseñanza para nosotros. Ella nos abrió la puerta a un nuevo mundo con una visión completamente diferente. Ahora deseo traer a este bebé al mundo del mejor modo posible para él, CON RESPETO, CONSCIENCIA Y RODEADO DE AMOR.
Quiero que sus primeros pasos en este mundo estén ya llenos de felicidad, sin sufrimientos, molestias o separaciones.
Deseo que llegue el gran y esperado momento. Pero por otro lado desearía que los días ahora fuesen un poco más largos, para poder saborear por más tiempo esta sensación de confianza y tranquilidad.

Sólo puedo decir, GRACIAS HIJO POR ESTAR DENTRO DE MI Y POR  REGALARME ESTA VIVENCIA. GRACIAS POR HABERNOS ESCOGIDO.  ESTAMOS DESEANDO PODER ABRAZARTE!!!!